Con el paso del tiempo, es muy común notar grietas en las paredes de nuestras casas . Las grietas y fisuras son muy fáciles de arreglar, pero primero es importante encontrar la causa.

Para saber si puedes repararlo tú mismo, es importante saber la diferencia entre una rotura, una fisura y una fisura .

Las fisuras son aberturas que son más profundas que las grietas. De 1-3 centímetros aproximadamente, se pueden considerar seguras si no pasa por ellas el agua de lluvia, el viento o la luz exterior. El problema es cuando están demasiado cerca de los pilares: en este caso es importante llamar a un profesional.

Las grietas pueden tener más de 3 centímetros de profundidad. No podemos arreglarlos nosotros mismos, como es el caso de las grietas, ya que podríamos estar ocultando un problema más grave que requiere atención profesional.

Si la grieta es pequeña y no está causada por un problema estructural, se puede reparar con el siguiente método.

Necesitas:

  • guantes de goma
  • máscara protectora
  • lámina de plástico
  • letra abrasiva
  • espátula lisa (puede ser de plástico o metal)
  • cepillo
  • masilla de pared

El proceso es sencillo, pero hay que hacerlo con mucho cuidado:

  • Coloca la lámina de plástico en el suelo para evitar ensuciarlo y pasar horas limpiando.
  • Póngase guantes y una máscara protectora.
  • Con la espátula, retira los pedacitos que quedan dentro de la grieta.
  • Luego, con el cepillo, retire todo el polvo y los residuos. Esta operación permitirá que la lechada se adhiera mejor.
  • Es importante que toda el área de trabajo esté seca.
  • Aplicar la masilla de pared sobre la fisura poco a poco, evitando ensuciar el resto de la pared.
  • Deje que la lechada se seque durante 24 a 48 horas, luego use el papel de lija para alisar el área.
  • Por último, puedes pintar la pared del mismo color o elegir otro.

Como has visto, reparar una fisura es un trabajo delicado pero que puede ser realizado por casi cualquier persona.