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Si pones una cucharada en el radiador ahorrarás en la factura

Las temperaturas empiezan a bajar y eso es solo el principio. La inminente llegada del invierno obligará a muchos hogares a utilizar radiadores. Esto pone a prueba a muchas familias: tendrás que ser creativo y buscar ciertas alternativas para no arruinarte a fin de mes. Para no encarecer la factura de la luz, manteniendo el calor en casa, es fundamental no malgastar el calor que proporcionan los radiadores. Este truco es oportuno: una sola cucharada de este producto te dará resultados inesperados. ¡Descúbrelo!

¿Qué se debe poner en los radiadores para ahorrar energía?

Un radiador

Un radiador – Fuente: spm

Antes incluso de mencionar el consumo de energía, tenga en cuenta que el uso continuo de calefacción a alta temperatura en el hogar puede provocar problemas de salud en niños y ancianos. El rango recomendado generalmente oscila entre 18 y 20°C. Una temperatura más cálida sería perjudicial, sin mencionar el riesgo de inflar la factura mensual.

Dicho esto, para cualquiera que quiera ahorrar dinero, es importante no dispersar el calor que proporcionan los radiadores. Puede parecerte una tontería, pero un mal mantenimiento puede hacer que no funcionen correctamente y evitar así que  ahorres en la factura . De hecho, cuando la calefacción está obstruida, puede comprometer su función principal: si el calor no se libera correctamente, el dispositivo corre el riesgo de consumir más energía, de ahí la consecuencia directa en la factura.

Para limpiar tus radiadores y eliminar eficazmente todo el polvo y los residuos de suciedad, el siguiente truco es muy prometedor. ¡Quién lo hubiera pensado, pero una simple cucharada de limón, combinada con bicarbonato de sodio, hará el truco perfectamente!

Así es cómo:

  • Prepara la solución: en un vaso de agua, vierte una cucharada de jugo de limón y un poco de bicarbonato de sodio
  • Pase esta mezcla sobre sus radiadores con un paño limpio.
  • Enjuague y deje secar.

Y voilá ! Sus radiadores están limpios, purificados y listos para usar nuevamente. Como beneficio adicional, tendrá la agradable sorpresa de oler un olor fresco y a limón tan pronto como los encienda.

Otro consejo: también puedes alternar con este otro remedio para una limpieza muy efectiva. Consiste en utilizar una cucharada de vinagre blanco, al que también se le puede añadir la misma cantidad de alcohol y un litro de agua. De esta forma, los calentadores quedarán perfectamente desengrasados ​​y libres de suciedad.

Otras formas inteligentes de optimizar la calefacción

Ajustar el radiador

Ajustar el radiador – Fuente: spm

  • Incluso en pleno invierno, la ventilación es imprescindible para mitigar las toxinas y posibles alergias provocadas por los ácaros y el moho. Por lo tanto, es necesario airear las habitaciones por la mañana y por la noche, de forma breve pero intensa. Se recomienda abrir bien las ventanas, dejar que entre suficiente aire fresco en la habitación y cerrarlas después de unos minutos. Tal técnica es mucho más ventajosa que dejar la ventana entreabierta por más tiempo.
  • ¿Alguna vez has pensado en purgar tus radiadores ? A veces los encendemos sin siquiera darnos cuenta de que no están funcionando correctamente. Incluso cuando está configurado a la temperatura máxima, si el radiador calienta mal, probablemente significa que hay aire en su interior. Para purgar un radiador, es muy simple: solo tienes que girar el pequeño tornillo ubicado en la parte superior del dispositivo. Usando un destornillador, resolverá el problema rápidamente. El aire comprimido del interior puede escapar fácilmente.
  • No hace falta decirlo, pero obviamente sería más inteligente cerrar las puertas del dormitorio para mantener el calor adentro. Sabiendo que siempre es mucho más fácil calentar una habitación pequeña que un espacio grande. Al dejar la puerta abierta, el aire caliente escapará de la habitación hacia el recibidor, que es más fresco. Esto le dará la impresión de que la habitación no se calienta lo suficiente y entonces tendrá la tentación de subir un poco la temperatura. ¡Y pensar que un simple gesto de sentido común puede reducir la factura!