Estrella de nuestros interiores, la orquídea es una planta que no solo es elegante sino también fácil de mantener. Por lo tanto, el cuidado de una orquídea es accesible para cualquier jardinero aficionado, incluso si no tiene un pulgar verde. Sin embargo, incluso las flores de más bajo mantenimiento pueden provocar errores de cuidado. ¡Así que aquí hay 5 de los errores más comunes que cometen los propietarios de orquídeas!

1. Regar en exceso

Si bien la orquídea es una planta que necesita agua regularmente para sobrevivir, el riego excesivo puede, por el contrario, ser fatal para ella. De hecho, darle demasiada agua puede favorecer el desarrollo de hongos y hacer que las raíces se pudran y luego mueran . Pero si las raíces mueren, también lo hace el resto de la planta.

Para mantener una orquídea y mantenerla sana, lo ideal es regarla una vez por semana . Pero nunca directamente sobre las hojas, siempre en la base de la planta. Y tenga cuidado de recordar vaciar el exceso de agua. Efectivamente, la orquídea es una planta que necesita que su sustrato permanezca aireado. Si se anegara, la planta podría deteriorarse rápidamente.

2. Ponlo en un jarrón pequeño

Cuanto más grande es la maceta o el jarrón, más florece la orquídea. La razón ? Evita la concentración de humedad en el interior de la maceta y así permite que las raíces respiren.

Tenga en cuenta que también se recomienda preferir una maceta adaptada al tamaño de las raíces en lugar de un jarrón.

3. Exponerlo a la luz solar directa

La orquídea necesita luz, eso es un hecho. Sin embargo, teme la luz solar directa. Por lo tanto, es necesario colocarlo en un lugar luminoso y aireado pero que esté poco o nada expuesto a la luz solar directa (norte u oeste, por ejemplo). Y en periodos de fuerte sol, la sombra durante todo el día es fundamental.

orquídea

Si la flor recibiera luz directa del suelo durante gran parte del día, sus hojas y raíces empezarían a marchitarse, es decir, a ponerse blancas o rojizas.

4. Exponerlo al frío

La orquídea es una planta que no tolera el pleno sol, pero eso no quiere decir que le guste el frío. Por el contrario, si bien es bastante resistente a las variaciones climáticas, tiende a tolerar con dificultad temperaturas muy bajas.

Por eso, durante el invierno, es fundamental mantenerlo alejado de las ventanas para protegerlo del frío, y especialmente de las heladas.

5. Sobrealimentarla

El fertilizante es esencial para el desarrollo de la orquídea. ¡Pero ten cuidado de no exagerar! Y por una buena razón, un exceso de fertilizante puede detener la floración de la planta durante varios años, o incluso matarla.

6. Nunca lo traslades

Una orquídea debe trasplantarse al menos una vez al año . Por otro lado, este trasplante en ningún caso debe realizarse durante el período de floración. De hecho, cuando la planta está en flor, utiliza toda su energía para producir estas flores. Sin embargo, la llegada a una olla nueva siempre es un susto y requiere cierta cantidad de energía para soportarlo.

Por lo tanto, el trasplante de una orquídea siempre debe planificarse antes o después de la floración.