Son una de las plantas más deseadas por los amantes de las flores. A pesar de esto, muchas veces surge la duda de qué es el cuidado de las orquídeas en invierno . Una pregunta que surge espontáneamente, sobre todo si tenemos en cuenta que la mayoría de ellos (aunque ya aclimatados fuera de sus hábitats originales) son de origen tropical. En este artículo vemos qué precauciones debemos tener en cuenta para esta planta durante los meses de frío.

Orquídea, cómo conservarla en invierno para que no se marchite: ¡riegarla así!

Eso sí, estos meses se caracterizan por un descenso de las temperaturas. Por tanto, aunque su comportamiento depende del tipo de orquídea , por lo general  su bienestar se ve comprometido por debajo de los 10 grados . Un buen motivo no solo para mantener estas plantas dentro de nuestro hogar, sino también para evitar que estén expuestas a corrientes de aire (sobre todo si hace frío, porque podría estropear sus hojas). Sin embargo, tenga cuidado de mantenerlo alejado de fuentes de calor en la casa (radiadores, calentadores de ambiente…).

Y es que, aunque las hojas nos puedan parecer triviales, lo cierto es que durante el invierno son las únicas representantes y guardianas de nuestra planta. En los meses de frío,  la orquídea necesita ahorrar energía para protegerse del mismo, pero también para poder consumirla cuando empiezan a subir las temperaturas.

Luz

Uno de los tratamientos que puede hacer que una orquídea se sienta a gusto es recibir una buena cantidad de luz durante el invierno . Uno de los productos más escasos de esta temporada, pero absolutamente necesario para la salud de la orquídea. Por lo tanto, debemos asegurarnos de que la planta reciba la mayor cantidad de luz diaria , lo que también es una buena razón para cambiar la ubicación de la planta buscando un espacio más iluminado (eso sí: uno que esté libre de frío y corrientes de aire) .

Irrigación

El riego es uno de los cuidados más delicados de las orquídeas. Y decimos delicada porque su exceso puede llevar a la planta a comprometer su salud hasta la muerte. Si durante el resto del año es un aspecto vital, cobra aún más importancia durante el invierno.

Como siempre, nos guiaremos por el color de sus raíces para saber cuándo es el momento adecuado para regar ; y, además, intentaremos  regar siempre por la mañana y siempre retirando el exceso de agua (esto ayudará a contrarrestar el ataque de los hongos, los mayores enemigos de la orquídea, sobre todo en los meses de frío).

Trasplante

Finalmente,  los meses de invierno pueden ser un buen momento para un trasplante  ya que no impediremos ni retardaremos el crecimiento de las flores con este estrés. Gracias al trasplante le daremos a la orquídea un nuevo sustrato (recordad que siempre debe ser uno específico para orquídeas ) y sin apelmazar, que además contribuirá al correcto drenaje del riego.

Aplicar un abono específico cuando empieza a terminar el invierno ayudará a la orquídea de cara a la primavera, a despertar del invierno y reactivar su ciclo vegetativo. Una forma de mimarla y prepararla para el momento más importante del año, aquel en el que la orquídea luce sus flores y nos deleita con la increíble belleza que solo esta planta puede regalarnos