Para obtener plantas vigorosas y sanas, es importante regarlas periódicamente, según sus necesidades y evitar riegos excesivos que puedan perjudicarlas. Sin embargo, para cuidar las plantas no basta con saber el suministro de agua que necesitan, sino que también hay que regarlas en el momento adecuado del día. De hecho, esto hace posible obtener plantas vigorosas y resistentes a las enfermedades.

El agua es un elemento vital para las plantas. Transporta los nutrientes del suelo a las células vegetales. El riego exitoso de las plantas depende de la cantidad de agua que les suministres, pero también de cuándo elijas regarlas.

¿Cuándo regar las plantas del jardín?

regar las plantas en el jardín

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Regando las plantas en el jardín – Fuente: spm

La pregunta que surge con más frecuencia cuando se habla de regar las plantas es si regar las plantas por la mañana o preferiblemente por la noche. Debes saber que  el momento ideal para regar las plantas depende de la temporada.  De hecho, durante los períodos de mucho calor, es decir, en verano, es aconsejable  regar las plantas por la noche. Esto limita la pérdida de agua por evaporación y mantiene las plantas y el suelo hidratados. Si riegas tus plantas por la mañana, durante las horas más calurosas, el agua podría evaporarse antes de ser absorbida adecuadamente por las plantas. Así, ni el suelo ni las plantas podían enfriarse. Cuando haga calor, recuerde también cubrir la tierra con mantillo para limitar la evaporación del agua durante el día. Manteniendo la tierra húmeda,  puedes espaciar los riegos  y así ahorrar agua. Un buen mantillo también ayuda a  limitar el crecimiento de malezas  que compiten con las plantas e interfieren con su crecimiento saludable.

En cambio, cuando las temperaturas son bajas y las noches son más frescas, no es recomendable regar las plantas por la tarde. Esto aumentaría la frescura del suelo  e incluso podría perjudicar el crecimiento de  plantas poco resistentes, que no toleran el frío y las heladas. Además de eso, el agua podría congelarse si las temperaturas son muy bajas. En este caso, es mejor regar las plantas por la mañana.

vegetales hidratados

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Plantas hidratadas – Fuente: spm

¿Cómo regar con éxito las plantas?

Para regar bien tus plantas, especialmente cuando hace calor, es recomendable regarlas abundantemente,  pero con menos frecuencia.  En efecto, cuando riegas tus plantas a diario, pero superficialmente, el sistema radicular de tus plantas comienza a desarrollarse superficialmente  y no en profundidad.  Para evitarlo, es recomendable  regar las plantas en dos pasadas. Esto te permitirá humedecer la tierra primero, para facilitar la penetración del agua en la tierra  durante el segundo riego.

Cuando riegues tus plantas,  evita los chorros de agua fuertes,  ya que pueden compactar el suelo. Dicho esto, es preferible regar por el cuello, es decir  sin utilizar la cabeza de la regadera.  Además, trata de regar al pie de cada planta, porque es en este nivel donde  el agua se utiliza directamente para alimentar a las plantas. Al regar las plantas de esta forma, ahorras agua,  y además evitas la aparición de babosas  y malas hierbas. Esta técnica también permite regar las plantas, sin mojar el follaje,  para evitar enfermedades criptogámicas. De hecho, la humedad favorece la aparición de hongos, especialmente en rosas, patatas y tomates.

También debes saber que la cantidad de agua que necesita una planta  varía según las diferentes fases por las  que pasa. En efecto, las necesidades de una planta durante el período de crecimiento vegetativo o de floración son diferentes de sus necesidades  cuando se encuentra en período de reposo vegetativo.  Cuando una planta entra en estado latente, generalmente en invierno, sus necesidades de agua disminuyen  porque su crecimiento se ralentiza.  En este caso, es necesario  reducir la frecuencia de riego de las plantas.

Dicho esto, antes de decidir si regar las plantas de tu jardín por la mañana o por la tarde, es importante conocer las temperaturas diurnas y nocturnas, para permitir que tus plantas se mantengan hidratadas, sin miedo al frío o las heladas.