La limpieza de la placa y de los quemadores es quizás una de las más difíciles y aburridas, sobre todo cuando cocinas a menudo o después de una cena especialmente copiosa.

Por muy cuidadoso que seas al cocinar, es inevitable que algunos restos de comida y grasa acaben en la placa y entre los fuegos creando un auténtico escenario de guerra.

Y si nos olvidamos de lavar la placa enseguida, al día siguiente parece que estamos ante auténticas piedras incrustadas en las superficies de nuestra cocina.

Si buscas una alternativa a la peligrosa y tóxica lejía para deshacerte de la grasa y la mugre de la vitrocerámica y los fogones , sin duda los siguientes tres trucos te serán de utilidad.

primer truco

Mezcla 150ml de vinagre blanco con 100g de jabón líquido y 250ml de agua. Aplique un poco de la solución directamente sobre la placa y frote bien con una esponja rígida.

El jabón disolverá la grasa, mientras que el vinagre desinfectará y hará brillar la estufa.

segundo truco

Vierta unas gotas de amoníaco en un molde lleno de agua. Use guantes y tenga mucho cuidado de que el amoníaco no entre en contacto con su piel.

Use un cepillo de dientes viejo o una esponja para fregar bien toda la estufa.

tercer truco

Mezcla el jugo de 7 limones con 3 cucharadas de sal gruesa y 2 cucharadas de bicarbonato de sodio. Vierta sobre la placa, espere 5 minutos y frote bien con una esponja dura.

Elige el truco que mejor se adapte al material de tu placa para tener una cocina siempre impecable y reluciente.