Si eres de esas personas a las que no les gusta planchar la ropa y de todas las tareas del hogar, esta es la que menos te gusta, estos consejos son para ti.

camisa

Ropa arrugada – Fuente: spm

Mucha gente prefiere usar  ropa arrugada  en lugar de tomarse (¡o perder!) el tiempo para plancharla. Tú también puedes ser de los que han viajado sin su plancha. Por suerte, tenemos el truco diario adecuado para que le des a tu ropa el aspecto que necesita sin plancha. Cómo ? Tómese el tiempo para colgar su ropa correctamente.

¿Cómo evitar planchar la ropa?

El primer paso fundamental es desarrugar a mano la ropa sacada de la lavadora. Este es el momento clave, ya que cuanto mejor estén desplegadas, relajadas, estiradas, menos posibilidades habrá de que se sequen arrugadas.
El segundo paso es  colocar una fuente de calor para facilitar el planchado  más o menos cerca de la ropa. De hecho, el vapor ayudará a alisar la prenda. Por ejemplo, puedes colgar tu camisa en el baño mientras te duchas o te secas el cabello para reducir las arrugas.

lavadora

Lavadora – Fuente: spm

Aquí tienes otras 5 técnicas para planchar sin plancha

Vaporización. Coloque su ropa en una percha, rocíela con agua tibia y déjela secar. Verás que las arrugas desaparecerán.
Ducha. Aprovecha el vapor de agua caliente para colgar tu outfit del día en una percha y alisarlo como por arte de magia.
Una toalla húmeda. Una prenda arrugada se puede alisar si se “plancha” con una esponja húmeda, colocada plana sobre la prenda.
Por encima de una cacerola. Está bien, el truco requiere techos un poco altos, pero puedes colocar tu camisa sobre una olla de agua hirviendo para disfrutar de los efectos suavizantes del vapor caliente.
en el secador de pelo. Rocíe con agua y séquelo. Tenga cuidado de no acercarse a la punta para no quemar la tela y use calor suave.

El truco de (su) abuela: Lavar con red

Mi abuela, que era muy chic, coleccionaba chaquetas de cachemir. Me dio unas, con muy buenos consejos: antes de meter el cárdigan en la lavadora, envuelve los botones en papel de aluminio bien apretado. Lava los chalecos con mucha frecuencia porque cuanto más los laves, más suaves y hermosos quedan. Lávelos únicamente con agua fría o tibia, oa 30°C. Y sobre todo, sobre todo, colócalas en una redecilla, como de lencería.