Cuando compramos una orquídea y nos la llevamos a casa, es casi normal que al cabo de un tiempo empiece a perder sus flores y al poco tiempo a pudrirse . Aunque son una maravilla, las orquídeas necesitan unos cuidados muy especiales.

Las orquídeas se encuentran entre las plantas más queridas y apreciadas, pero son muy delicadas y difíciles de manejar. Si tienes una orquídea en casa y sus hojas están amarillentas , aplica alguno de los 4 trucos que te sugerimos a continuación.

El proceso normal de envejecimiento de la planta es la principal causa del amarillamiento de sus hojas . Es un proceso completamente normal: la planta está a punto de desechar la hoja madura para producir una nueva.

El problema es cuando las hojas que se vuelven amarillas son las que se encuentran en la parte superior de la planta . Este fenómeno puede ser causado por muchas razones diferentes, todas con una solución específica. Identificar el problema (escasez de agua, infección o carencia de nutrientes) es clave para solucionarlo.

1. Caída y amarillamiento de las hojas de una orquídea.

La caída de las hojas de las orquídeas puede ocurrir por el envejecimiento de la planta, pero si no nacen nuevas, es probable que la causa sea un exceso de riego o exposición a la luz solar.

Coloque la planta en un lugar fresco y sombreado, y asegúrese de que su orquídea tenga un buen drenaje para evitar la acumulación de humedad.

2. Amarillamiento de las hojas por enfermedades

Las orquídeas también son propensas a virus, hongos y enfermedades bacterianas. Algunos de ellos causan manchas claras u oscuras en las hojas, otros hacen que se vuelvan amarillas o marrones. Desafortunadamente, no existe una cura para los virus de las orquídeas.

Trate de actuar a tiempo, eliminando la orquídea afectada por el virus de las demás y deshaciéndose de la planta enferma lo antes posible.

3. Hojas amarillentas que detienen el crecimiento de la planta

Después de la floración, las orquídeas entran en una fase de reposo, pero es probable que no crezcan si la luz que reciben no es la adecuada.

Mantenga el suelo húmedo, pero no empapado. Aplica un abono específico cada 15 días para que pueda absorber todos los nutrientes que necesita. Recuerda que las orquídeas sanas pueden florecer cada 3-6 meses.

4. Hojas amarillas por insectos

Si además de ser amarillas, las hojas parecen mordisqueadas o picadas, o hay un polvo blanco debajo de su superficie, es probable que hayan sido atacadas por algún insecto u hongo.

Aplique un poco de aceite de neem si es un problema leve, pero si la infección es grave, deberá usar peróxido de hidrógeno o alcohol isopropílico. Vierte uno de los dos productos sobre un paño de microfibra y frótalo suavemente sobre las hojas de orquídea.

Ahora que ya sabes cómo curar una orquídea cuyas hojas están amarillentas , intenta averiguar la causa del problema y poder solucionarlo con las soluciones enumeradas anteriormente.