¡Adiós a los fertilizantes químicos! Cómo dar una ayuda válida y económica a nuestras plantas utilizando los preciados residuos alimentarios.

¿Sabías que las cáscaras de cebolla, los restos de plátano, las cáscaras de huevo y mucho más pueden convertirse en una valiosa ayuda para nuestras plantas? Todos estos restos de comida nunca deben tirarse a la basura, úsalos de esta manera como excelentes fertilizantes naturales sin costo alguno.

Cáscara de cebolla

Echando la piel de la cebolla directamente sobre la tierra y luego pasándola con un rastrillo, conseguiremos que las propiedades se vayan trasladando poco a poco a la tierra. El llamado mantillo que no solo ayuda a evitar la humedad en el suelo, sino también la formación de malas hierbas. Deje remojar la cáscara de cebolla en agua caliente durante la noche. Al día siguiente filtramos y luego diluimos con agua teniendo en cuenta la proporción 1:1. Ahora podemos verterlo directamente en el suelo como abono natural.

Por último, se puede utilizar una mezcla a base de gel de aloe vera, infusión de canela y cebolla para crear una base de hormonas de enraizamiento para nuestras plantas. Una vez que hayamos obtenido el esqueje simplemente tendremos que remojarlo en la mezcla y luego enterrarlo. Esto promoverá el enraizamiento y el crecimiento.

Cáscara de plátano

Al ser un ingrediente rico en potasio y calcio funcionará muy bien como fertilizante. Lo único que tenemos que hacer es coger un bote de cristal y sumergir en él la piel de plátano. Dejar reposar 24 horas en el bote y mezclar unos segundos al día siguiente. Ahora podemos usar esta mezcla para rociar la tierra de nuestras plantas suculentas y verlas volver a ser tan exuberantes y verdes como antes.

cáscaras de huevo

Rellenamos las cáscaras de huevo con un buen sustrato y plantamos en su interior las semillas que hayamos seleccionado para nuestro cultivo. En este punto podemos guardarlas en un lugar resguardado, o incluso dentro del cartón de huevos y utilizarlas como semillero completamente natural y biodegradable. Cuando, después de haber regado, hayan brotado los primeros brotes, entonces podemos enterrarlos en una maceta llena de tierra.

Como fertilizante de liberación prolongada

Desmenuzamos las cáscaras de huevo en el suelo y las mezclamos bien con un tenedor de jardín. Estos se degradarán lentamente al liberar el contenido de calcio en el suelo y serán útiles como fertilizantes ecológicos y biológicos.

Como fertilizante para rosas. 

Algunos tipos de plantas, como las rosas por ejemplo, tienen una necesidad especial de calcio. Una vez que las cáscaras de huevo se hayan secado bien, podemos romperlas con un rodillo sobre una hoja de papel pergamino. Ahora los mezclamos con una barra de posos de café (también los dejamos secar) y luego esparcimos nuestras rositas por el suelo.

Remedios contra las babosas

Si se trituran en trozos grandes de menciones, se pueden insertar en el suelo. Estas afiladas cuchillas naturales mantendrán a las babosas alejadas de las plantas de semillero en el jardín. Puedes ponerlos tanto en macetas como directamente en el jardín.