El primer paso es elegir pastos que sean lo suficientemente resistentes para soportar los fríos inviernos. Recomendamos tomillo, orégano, perifollo, perejil y salvia para fines culinarios. El tomillo, la salvia y el perejil también tienen fuertes propiedades medicinales, y para complementarlos puedes cultivar hisopo (para la bronquitis) y milenrama (para infecciones y fiebres).

Las hierbas como la albahaca y las mentas son demasiado tiernas y se congelarán rápidamente, por lo que es mejor conservarlas como hierbas anuales de verano.

Las hierbas necesitan al menos cuatro horas de sol de invierno y un lugar protegido. Por eso, lo mejor es cultivarlas en macetas para que puedan seguir el sol (con tu ayuda).

Elija recipientes de al menos 20 cm de diámetro con orificios de drenaje y lo suficientemente profundos para que se desarrollen las raíces. Use tierra que drene bien.

 

A las hierbas no les gustan los pies mojados, así que no pongas un platillo debajo de las macetas. Verifique los niveles de humedad del suelo diariamente ya que el suelo no debe estar completamente seco. En general, las hierbas en maceta solo necesitan regarse una o dos veces por semana en invierno, preferiblemente por la mañana. Alimente una vez al mes con fertilizante líquido si es necesario.

Cuando coseche, recolecte pequeñas cantidades a la vez y siempre deje dos puntos de crecimiento en la planta. En lugar de cortar, aproveche la oportunidad para pellizcar la planta para promover la resistencia. Una vez recolectadas, manipule las hierbas lo menos posible, ya que los sutiles matices de sabor se pierden si se manipulan con demasiada fuerza.

Tomillo (Thymus vulgaris)

El tomillo es una de las hierbas más resistentes. Necesitas una olla pequeña y cuantos más cortes elijas, mejor. Una infusión, especialmente de tomillo limonero, ayuda a aliviar la tos y los resfriados. En la cocina, el tomillo se puede utilizar, en guisos y guisos, para adornar asados ​​o añadirlo a aderezos y ensaladas. El tomillo también es un excelente antioxidante y tónico, apoya las funciones corporales normales, fortalece el sistema inmunológico y combate los efectos del envejecimiento.

Salvia (Salvia officinalis)

La salvia necesita un poco más de nutrición que el tomillo y tiende a retrasar su crecimiento y las hojas se vuelven más pequeñas en invierno. Necesita pleno sol, no debe regarse en exceso y debe mantenerse fuera de las corrientes de aire. En la cocina, la salvia es una hierba resistente que aguanta bien la cocción, especialmente en guisos, para asados ​​y otros guisos. También va bien con queso.

Una infusión de hojas de salvia se puede utilizar para tratar los resfriados y la tos y también es un excelente gargarismo para el dolor de garganta.

Perejil (Petroselinum crispum)

El perejil requiere pleno sol si se cultiva en un recipiente en invierno y el suelo debe estar húmedo. La alimentación regular fomenta la producción de hojas, que son ricas en vitaminas A, C, E y hierro. Aún mejor, el perejil tiene propiedades antioxidantes que neutralizan los agentes que promueven el cáncer.

Fortalece tu sistema inmunológico comiendo dos cucharadas de perejil fresco picado al día. Espolvoréelo en ensaladas, agréguelo a salsas de carne, pasta o queso al final de la cocción o cocínelo en una licuadora con jugo de manzana o tomate. Recoja siempre las hojas exteriores y prolongue la vida de la planta cortando la cabeza que está a punto de florecer. El perejil italiano tiene hojas planas y es aún más fácil de cultivar.

 

Perifollo (Anthriscus cerefolium)

El perifollo es una planta resistente que en realidad prefiere condiciones climáticas más frescas y no condiciones de pleno sol. Sus delicadas hojas la convierten en una planta atractiva. Las hojas están llenas de vitamina C y tienen un sabor ligeramente anisado. Es mejor usarlo como perejil, picado como guarnición o agregado a ensaladas, sopas, salsas, verduras y platos de carne al final de la cocción.

Pierde su sabor cuando se seca, así que úsalo fresco. Una infusión de hojas estimula la digestión, alivia los resfriados y actúa como depurador de la sangre.

Orégano (Origanum vulgare)

El orégano es una de las hierbas de invierno más resistentes y resiste fácilmente las heladas invernales. Le gusta pleno sol. Cuanto más orégano coseches, más grande crecerá. Tiene un fuerte sabor aromático, ideal para una rica comida de invierno, pero úsalo con moderación o puede ser demasiado fuerte. Una infusión de orégano se puede utilizar para tratar la tos, el cansancio y la irritabilidad.

Hisopo (Hyssopus officinalis)

El hisopo es una hierba menos conocida que crece bien en macetas y tolera el clima bastante frío. La planta tiene una forma tupida y atractivas espigas de flores azules. Las hojas y las flores se pueden utilizar en infusión para tratar la bronquitis y aflojar la mucosidad. Las hojas tienen un sabor a pimienta y son un buen complemento para sopas y guisos espesos.

Milenrama (Achillea millefolium)

La milenrama es una planta perenne resistente, una hermosa planta con hojas plumosas y flores rosadas. Cúbralo en una posición soleada en macetas anchas y profundas y mantenga la tierra húmeda. La milenrama es una buena planta indicadora porque siempre es la primera en mostrar que se necesita riego.

Es principalmente una hierba medicinal que se puede usar para reducir la fiebre y ayuda a aliviar las infecciones, la gripe y la sinusitis. Las hojas y flores de la planta se utilizan como infusión. Agregue menta o una cucharadita de miel si encuentra que las hojas son un poco amargas.