¿Acabas de ver una planta moribunda y no sabes si aún estás a tiempo de salvarla? Tip Mania te da 10 consejos para comprobar que tu planta es viable, identificar sus necesidades y hacer lo necesario para ayudarla a reiniciarse.

Planta Seca O Muerta
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1. ASEGÚRATE DE QUE LA PLANTA SIGA SIENDO VIABLE

Una planta marchita no ha dicho necesariamente su última palabra y antes de tirarla debes comprobar que no tiene savia en sus tallos. Intenta cortar una rama y ver si el interior es verde, luego se puede guardar. Por el contrario, si los tallos se rompen con facilidad y están marrones por dentro, significa que la planta está arruinada.

2. ELIMINA TODO LO QUE ESTÉ MUERTO

La planta lucha por tratar de salvar las partes que se están secando, a expensas de lo que todavía está en buenas condiciones. Por lo tanto, debe aliviarlo de esta carga eliminando las hojas muertas y los tallos secos. Procediendo poco a poco, terminarás cortando en un lugar donde aún circula la savia, es hora de dejar de cortar.

3. NO CORTES TODOS LOS TALLOS

Si los tallos aún están atravesados ​​por la savia, es importante dejar un poco para que la planta tome la luz y pueda salir más rápido. La parte aérea se llena de clorofila a través de la fotosíntesis y capta la energía luminosa necesaria para su supervivencia y desarrollo.

4. IDENTIFICAR EL PROBLEMA

Una planta que falla debe su mala salud a uno de los siguientes factores:

  • Falta de agua
  • falta de nutrientes
  • Presencia de parásitos
  • No hay suficiente luz

Una vez que se identifican las causas, tiene más posibilidades de salvar su planta.

5. RIEGA LA PLANTA SI ESTÁ DEMASIADO SECA

Mirando de cerca a su planta, verifique que la tierra toque los bordes de su maceta y que sus hojas no estén marrones y enrolladas. Si es así, a su planta simplemente le falta agua. Añade un poco cada día para rehidratarlo poco a poco sin ahogarlo.

Planta de Puntas Secas
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6. NO DUDES EN FILTRAR EL AGUA PARA PURIFICARLA

Algunas variedades de plantas no pueden tolerar la cal u otros productos químicos que se encuentran en el agua del grifo. Este es particularmente el caso de las plantas carnívoras o el bambú, que son particularmente frágiles. Utilizar agua de lluvia, o purificar agua potable común, para brindarles un riego diario más saludable.

7. ELIMINA EL EXCESO DE HUMEDAD

Otras plantas, como las orquídeas, no soportan el agua estancada. En general, las plantas de interior agradecen que las rieguen con regularidad, sin insistir. Prefiere una taza un poco más ancha que la maceta, el agua podrá evaporarse y la planta no se enmohecerá desde abajo. Si la tierra está demasiado húmeda, lo mejor es transferir la planta a una maceta con tierra seca.

8. NO AGREGUES FERTILIZANTE A UNA PLANTA SECA

Cuando haya olvidado regar sus plantas, no imponga un riego con fertilizante de inmediato. En efecto, al estar sus raíces secas, serán atacadas directamente por el producto que las quemará. Es mejor regar la planta una vez cada dos días y agregar fertilizante tan pronto como el suelo esté húmedo.

También debes saber que las plantas no deben ser fertilizadas durante el invierno, ya que la mayoría de ellas están descansando. Por otro lado, un aporte de abono durante el período de crecimiento, entre primavera y otoño, es bastante beneficioso.

9. APORTA NUTRIENTES ESENCIALES PARA EL CRECIMIENTO DE TUS PLANTAS

Una planta que carece de los nutrientes esenciales para su desarrollo vegetará e incluso morirá al cabo de un tiempo. ¡Imagínate si te privaran de comida! Para la planta, es lo mismo, necesita beber y comer. Hay excelentes fertilizantes naturales en las tiendas, que puedes combinar con tierra rica o tierra vegetal mezclada con tierra para macetas.

10. TRASPLANTA TUS PLANTAS DE INTERIOR CON REGULARIDAD

Las plantas no deben perderse en macetas de gran tamaño y deben tener suficiente espacio para que crezcan sus raíces. Cuando levantes tu planta, si las raíces han invadido toda la maceta, entonces es hora de darle un espacio más grande. En general, una planta que carece de espacio mostrará signos de fatiga. En principio, una planta debe trasplantarse cada 2 o 3 años, dependiendo de la variedad y su velocidad de desarrollo.

Si te mantienes atento y le das a tus plantas un mínimo de cuidado, te lo devolverán iluminando tu interior.