Lavar y desinfectar las almohadas es fundamental para tener una correcta higiene en el hogar. La suciedad, los hongos y las bacterias se acumulan en las almohadas, lo que puede causar algunos problemas respiratorios y alérgicos.

Nuestro sudor acaba en las almohadas, pero también polvo y saliva, creando un contexto ideal para el desarrollo de bacterias. Por eso es importante lavar y desinfectar tus almohadas al menos una vez al mes, y a continuación te explicamos cómo hacerlo.

Bicarbonato de sodio y vinagre . Mezcla dos partes iguales de bicarbonato de sodio y vinagre blanco y dilúyelo en agua. Además de limpiar y desinfectar almohadas, gracias a los ácidos del vinagre y las propiedades del bicarbonato de sodio, este método es útil para blanquearlas.

Agua caliente y limón . Uno de los desinfectantes naturales más efectivos, el limón nos permite higienizar las almohadas en profundidad. Vierta el jugo de 6 limones en 2,5 litros de agua. Además de eliminar bacterias, este método le da a las almohadas un agradable aroma.

Bicarbonato de sodio y aceite de árbol de té . Este excelente aceite natural ayuda a desinfectar, mientras que el bicarbonato de sodio limpia a fondo. Ponga unas gotas de aceite en un paño, luego agregue un poco de bicarbonato de sodio y frótelo sobre la almohada. No necesita enjuagarse.

Peróxido de hidrógeno . Blanquea, limpia y desinfecta: el agua oxigenada es un excelente aliado para la limpieza de cojines. Pulveriza agua oxigenada directamente sobre las almohadas para aprovechar sus propiedades.