Con la llegada del invierno, los radiadores se convierten en aparatos imprescindibles para combatir el frío y hacer que nuestros hogares sean cálidos y confortables. No obstante, también podemos aprovechar su acción para otros usos que nos permitan ahorrar.

Si tienes la costumbre de comprar ambientadores para aromatizar toda la casa, probablemente te agrade saber que existen alternativas naturales que, además de ser más económicas, también son inocuas para nuestra salud.

Aunque efectivos, los ambientadores industriales contienen una gran cantidad de químicos que inhalamos y que ciertamente no son buenos para nuestra salud. Afortunadamente, existe una excelente alternativa natural: el laurel .

Esta maravillosa planta aromática, muy utilizada en la cocina y en la medicina natural, puede ayudarnos a perfumar toda la casa y ahorrar mucho dinero.

El método es muy sencillo: basta con poner unas hojas de laurel frescas o secas sobre el radiador . Al entrar en contacto con el calor, las hojas desprenderán un maravilloso aroma que se extenderá por toda la casa.

Las hojas de laurel se pueden reutilizar, tal vez en la cocina o para preparar sabrosos tés de hierbas relajantes.

Pero los beneficios de este truco no acaban ahí: el aroma de laurel tiene una acción relajante sobre el sistema nervioso y es excelente para aliviar el estrés y crear una maravillosa sensación de relajación.

Hay muchas formas de utilizar las hojas de laurel, pero el truco del radiador es sin duda la forma más fácil, rápida y económica de perfumar nuestro hogar sin coste alguno.